Revisión de los estados financieros: Los accionistas suelen solicitar auditorías externas para verificar que los estados financieros presentados por la empresa sean precisos y reflejen la verdadera situación financiera de la compañía. Esto garantiza la transparencia y la confianza de los accionistas en la gestión de la empresa.

Cumplimiento de las normativas: En muchas jurisdicciones, las empresas públicas están obligadas a realizar auditorías externas de sus estados financieros para cumplir con las normativas de regulación financiera. Los accionistas pueden utilizar estos informes para asegurarse de que la empresa esté cumpliendo con las leyes y regulaciones.

Protección contra fraudes o irregularidades: La auditoría es una herramienta clave para detectar fraudes, mal manejo de recursos o irregularidades en la gestión financiera de la empresa. Los accionistas pueden solicitar auditorías para proteger su inversión y asegurarse de que los directivos no estén actuando en detrimento de la empresa.

Decisiones estratégicas: Los accionistas pueden utilizar los resultados de una auditoría para tomar decisiones informadas sobre la compra o venta de acciones, la inversión en nuevos proyectos o la aprobación de políticas estratégicas dentro de la empresa.

Evaluación de la rentabilidad y el rendimiento: Las auditorías también permiten a los accionistas evaluar si la empresa está siendo rentable y si se están utilizando de manera adecuada los recursos para generar ganancias. Esto les permite medir el rendimiento de la empresa en función de su inversión.